¿Buscas una relación saludable? Sigue estos puntos clave

¿Buscas una relación saludable? Sigue estos puntos clave

Muchas personas nos encontramos cayendo una y otra vez en relaciones que no nos benefician. La relación termina y nos preguntamos cómo pudimos vernos atrapados en esa situación… De nuevo.

Si este es tu caso, y te preguntas cómo podrías reconocer algunas «señales» de si esa persona es o no adecuada para ti, sigue leyendo porque te voy a compartir algunas pistas que te servirán de ayudando. Además empezaremos poniendo más atención a los aspectos conectados con lo corporal, que es mi punto de partida de trabajo cuando acompaño como terapeuta y coach. 

Eso sí, te invito a que utilices este texto no sólo para poner tu atención hacia afuera y observar a posibles candidatos/as a pareja, sino para que te pares a reflexionar qué tipo de pareja eres tú, y si eres la persona que estás deseando encontrar: ten en cuenta que el primer territorio de trabajo eres tú, y que si estas cualidades no están en ti difícilmente la persona que sí cumple los puntos va a interesarse en ti y alinearse contigo.

Empezamos:

1. Observa si existe una coherencia entre lo que la persona dice y lo que hace, es decir si las acciones de la persona (lo corporal), coinciden con lo verbal/mental. Estamos tan desconectados de nuestro cuerpo, donde reside nuestro mundo inconsciente, que con frecuencia damos mayor credibilidad a lo que la persona nos cuenta, que no deja de ser un mundo de ideas e ideales, pero no de hechos. 

Por eso, si una persona te dice que le importas muchísimo, que eres una persona maravillosa, pero luego con sus acciones no te cuida, o te dice que te va a llevar un día y no te llama, o que vais a veros un día y luego te cancela, aunque quizás al principio te pareciera el candidato perfecto, quédate con los hechos. Así que siempre siempre siempre pon por encima lo que se está haciendo antes de lo que se está diciendo.

Como corolario a este primer punto, te recomiendo ir más despacio antes de implicarte excesivamente en lo emocional, ya que evidentemente para observar tendencias y pillar «incoherencias» necesitas que pase un cierto tiempo. Esto aplica especialmente si ya has tenido varias experiencias de decepciones que hacen que estés más sensible y vulnerable. Conoce a la persona poco a poco para que se den las oportunidades de observarla.

2. Siente cómo está tu cuerpo cuando estás con esa persona. ¿Tu cuerpo está tranquilo, está relajado? ¿O sientes que algo se aprieta o se tensa, algo se está activando?

Ten especial cuidado con este aspecto si tienes una historia de apego inseguro en la infancia: si es así, es posible que asocies la sensación de inseguridad, ansiedad o de estrés con algo conocido, incluso con el amor. Por tanto, si eres consciente de que tienes un pasado de dificultades en las relaciones desde tu infancia, o por ejemplo si tiendes a tener relaciones muy intensas, impulsivas pero cortas y quieres construir una relación duradera, fíjate en cómo se siente tu cuerpo al lado de esa persona: ¿relajado, confiado, tranquilo, receptivo y blandito o hay algo que está tenso, incómodo, alerta y que te dice «sal de ahí», aunque te resulte excitante?

Observa también si hay naturalidad en tu forma de estar, si eres espontáneo, o reconoces en tu cuerpo una especie de actuación.

Todo esto es clave porque te está dando información sobre  tu sistema nervioso y aspectos inconscientes en los que quizás, si no lo has hecho, necesitarás profundizar.

3. Observa cómo la persona se comporta contigo a solas y cómo se comporta contigo cuando hay gente conocida, ya sean amigos suyos o personas de tu círculo: ¿te trata igual? ¿Es igual de atento/a o cariñoso/a? ¿Te parece que estuvieras con otra persona? Si empieza a hacer comentarios jocosos sobre ti, lanza pequeñas críticas o te «pincha»? Si es así, te está dando información de que algo No encaja.

4. Analiza cómo trata a los desconocidos: En un bar, en un restaurante… ¿Es afable, es espontáneo, es relajado? ¿O mantiene una distancia, y por ejemplo es condescendiente, o despectivo, o clasista? Fíjate en todos estos comportamientos porque puede ser que no coincidan con los tuyos y tu forma de hacer las cosas, o porque detectas una gran diferencia en la manera como se comporta contigo y con los demás.

5. ¿Cómo es vuestra comunicación? Es importante contemplar la calidad de vuestra comunicación íntima, aquella relacionada con vuestra propia relación. En una situación de conflicto ¿tu pareja puede hablar, comunicarse, compartir lo que le molesta o le duele y eso os conduce a un lugar de mayor comprensión y cercanía entre vosotros? ¿Está abierto a escucharte? ¿O se retira y no te quiere hablar, o te critica, o se burla o desprecia tu punto de vista, o tira balones fuera y no se hace cargo de su parte en el conflicto?

Para construir una relación es necesario en primer lugar que exista la inteligencia emocional para saber qué se está sintiendo, y en segundo lugar el poder compartirlo (me atrevería a decir que es difícil que esté plenamente lo primero si no va acompañado de lo segundo). 

6. Analiza si compartís valores. Es necesario hacer un ejercicio de reflexión y reconocer qué aspectos, cualidades y valores son para ti prioritarios, y encontrar la manera de charlar sobre ello con tu candidato a pareja para conocer cuáles son sus prioridades vitales antes de que la relación avance demasiado. Si nunca has puesto conciencia sobre este punto te recomiendo que escribas una lista (si necesitas inspiración puedes buscar listas de valores en internet). Y cuanto más avanzada esté la relación el choque será mayor y más doloroso. 

Al realizar tu lista de valores, observa también si existe algún tipo de contradicción en tus propios valores, porque puedan apuntar a futuros conflictos internos que al final se manifestarán inevitablemente en tus relaciones. Si es así, posiblemente necesites realizar algún trabajo personal extra para aclarar tus ideas, reconocer el origen de estas aparentes prioridades y quizás iniciar el camino hacia un reajuste.

A CONTRACORRIENTE

Para terminar, me gustaría dedicar un momento a reconocer que estamos en una época histórica en la que socialmente se torpedea la creación de relaciones duraderas y proyectos comunes. Aun así, si estás buscando construir una relación y que sea saludable pero reconoces que pareces estar repitiendo el mismo patrón, tropezando con la misma piedra otra vez una y otra vez, te recomiendo tomar medidas buscar un ayuda terapéutica con enfoque en lo relacional, y más aún si eres consciente de que tus modelos de referencia a la hora de construir una relación, es decir, tus padres, no te transmitieron una relación saludable.

Si no corremos el riesgo de repetir tendencias e ir creando una huella cada vez se hace más grande, más dolorosa y más difícil de cerrar y de superar.

Pero también es necesario abandonar la tendencia a la idealización que suelen hacer las personas sin pareja hacia las personas que sí tienen pareja, como si el objetivo fuese tener una relación que dura toda la vida y cuanto más dura la relación es señal de que mejor se han hecho las cosas. En realidad, lo cierto es que muchas relaciones se sostienen a través de la codependencia, porque encajan las «taras» de uno y otro, o simplemente porque los miembros de la pareja se toleran y hacen vidas paralelas sin llegar a intimar profundamente. 

Sin comentarios

Sorry, the comment form is closed at this time.